La búsqueda constante de energías alternativas al carburante ha llevado que en los últimos años se hayan puesto en funcionamiento motocicletas que utilizan como fuente energética la electricidad.
Poco a poco se están poniendo más de moda los vehículos eléctricos, y en especial las motocicletas. Si primero fueron los automóviles y luego las scooters, ahora empiezan asomar las motocicletas de mayor cilindrada.
Hoy por hoy todavía parece algo difícil y lejano el poder disponer de motocicletas de gran cilindrada que utilicen sistemas eléctricos, pero de buen seguro en un futuro no será tan raro. El principal inconveniente está en la autonomía, todo depende de la capacidad energética de la batería y de su eficiencia respecto al motor. Algunos prototipos lanzados expuestos en salones de automóvil aseguran una autonomía con batería cargada al completo de hasta 350 kilómetros. Este consumo energético dependería en gran parte del peso de la motocicleta, de la conducción realizada y de otros factores. Aún así, la evolución es enorme, pues hasta hace tan sólo unos años era casi inimaginable poder circular con una motocicleta eléctrica más de 50 kilómetros sin recarga.
Otro aspecto a tener en cuenta es el tiempo de carga de su batería. Hoy por hoy los ejemplares lanzados y los prototipos expuestos necesitan alrededor de dos a cuatro horas para la recarga de su batería, pero esto podría mejorarse y reducir al máximo el tiempo de carga.
Por supuesto sobra decir que la principal ventaja de una motocicleta eléctrica es el ahorro económico. Por ejemplo recorrer una distancia de unos 50 kilómetros supondría un consumo eléctrico de aproximadamente 2kwh más o menos unos 20 céntimos de euro, mientras que recorrer unos 50 kilómetros en una motocicleta de gasolina tendría un gasto como mínimo de unos 2 euros. Es decir, la diferente es de hasta 10 veces más económica. Este es hoy por hoy el gran factor que decantaría a los consumidores por este tipo de motocicleta respecto a las actuales.
El otro factor es la concienciación con el medio ambiente que nos haga decantar (en un posible futuro cercano) por una moto eléctrica respecto a una que funciona con carburante. Las motocicletas eléctricas no emiten ningún tipo de gas en circulación y además tampoco contamina acústicamente, y es que al no utilizar combustión su motor no genera una explosión al encender.
Como veis, son muchas las ventajas de las motocicletas eléctricas respecto a las convencionales, pero todavía hay que trabajar mucho para despertar el interés del consumidor.