Durante esta semana se celebra en Tokio el salón del automóvil y en él encontramos una de las ideas más singulares que hayamos visto hasta ahora, la Kawasaki J Three Wheeler EV. Por ahora se trata de un prototipo bastante alejado de la producción en serie, pues la idea de los diseñadores de Kawasaki ha sido más bien la de mostrarnos a todos cómo ven ellos el futuro del motociclismo. Probablemente esta moto incluso le recuerde a alguien las que se ven en la película Tron.
Hablando de la moto que nos ocupa, la moto de Kawasaki es llamativa por dos rasgos principales. El primero es el hecho de ser una moto eléctrica, que puede no sorprender demasiado pero sigue siendo importante porque así es como ven el futuro estos señores y el segundo, totalmente innovador y controvertido, es que la motocicleta se ha construido sobre una arquitectura variable. Para ello podremos configurarla de dos modos, en normal y deportivo.
Su secreto, reside en el bastidor articulado que puede alargarse y hacerse más bajo aumentando la distancia entre los ejes, con lo que se facilita un modo de conducción más agresivo o bien contraerse y reducirse, lo que favorece un modo de conducción más tranquilo.
Por otra parte, la moto cuenta con dos ruedas en la parte delantera que se pueden separar más en el modo erguido o normal, incrementando la estabilidad del vehículo, o bien pueden juntarse completamente en el modo deportivo o sport. En contraposición a las típicas motocicletas, esta tiene dos semimanilllares conectados individualmente a las ruedas delanteras.
Es difícil imaginarse la manera de conducir esta eléctrica, sus creadores tampoco nos lo han mostrado, pero lo que sí está claro es que será totalmente distinto a como se llevan las actuales, donde únicamente hay que girar el manillar de izquierda a derecha o bien inclinar la moto de un lado a otro.
Quizás la primera impresión de la Kawasaki J Three Wheeler EV es la de una moto demasiado futurista, algo irracional y alejado de la realidad, pero ciertamente nos muestra una idea muy interesante como es la versatilidad en una motocicleta de este tipo. El simple hecho de ser capaz de adaptarse a las distintas situaciones en las que conduzcamos y que pueda replegarse o estirarse según el modo en que deseemos conducirla, la hacen una pieza única y una alternativa muy a tener en cuenta para otras motos que vengan.
Lo cierto es que no sabemos si dentro de algún tiempo, Kawasaki u otro fabricante quizás nos sorprenda con un modelo transformable, por ejemplo en naked para cuando conduzcamos en ciudad y en una sport de carretera para esos días de travesía. Sin duda sería pionera en una idea así y seguro que tendría un gran número de interesados.