Ya hace varios años desde que arrancara la carera en el sector de las dos ruedas por ofrecer al público una alternativa no contaminante a los modelos tradicionales con motor de combustión, y no han sido pocas las empresas que han saltado al ruedo: algunas sin éxito ninguno, o muy limitado y otras con resultados algo mejores.
Lo cierto es que casi todas tienen un tamaño pequeño o mediano, a excepción de alguna que otra gran marca que empieza a mostrar interés por este mercado ecológico, como es el caso de Honda con su EV-Neo, una moto eléctrica ideada para el reparto, o bien algunos prototipos con fuerte presencia y de diseño futurista, como el PES1 que Yamaha presentó al mundo en 2013.
BMW parece haberse colocado dentro de esas grandes marcas y además, tomando la delantera a sus rivales con la C Evolution, un gran scooter que tiene cosas en común con la tecnología del modelo BMW i3 de cuatro ruedas. La autonomía, los acabados y prestaciones, parecen convertirla en una alternativa real a los modelos de combustión, incluso a los propios de la marca.
No hace mucho que hablábamos de la conocida marca española Bultaco, que volvió al mercado con la tecnología eléctrica como estandarte, por lo que probablemente tendrá terminados dos modelos para finales de 2015, para los que aseguran una autonomía de cerca de 200 kilómetros.
Durante el pasado año se vendieron un total de 8.227 unidades en toda Europa. De ese total, 2.935 fueron en Holanda y tan solo 781 dentro de nuestro país. No obstante, si comapramos esta cifra con los 760 coches eléctricos que se vendieron en el mismo año en España, parece verse claro que el consumidor apuesta más por las dos ruedas eléctricas que por las cuatro.
A pesar de esto, el mercado eléctrico de las motocicletas sigue necesitando alcanzar la velocidad de crucero en sus ventas para lograr un mejor desarrollo. Por todos es sabido que la autonomía de muchos modelos sigue limitando bastante su uso en ciudad y en carretera. También sigue siendo difícil encontrar un lugar de recarga y el precio de estas motos tampoco es que ayude.
Algo de esto podría estar cambiando, pues los ayuntamientos parecen estar tomando conciencia de este hecho y los puntos de recarga en las ciudades están creciendo, aunque las Administraciones no terminan de mostrar todo el apoyo que deberían. Iniciativas a la compra como las subvenciones autonómicas o locales siguen quedándose algo cortas.
Pero al menos se está haciendo algo. Aparte de las ayudas que las comunidades autónomas ofrecen mediante el Plan Movele, el Plan Pima Aire 3, en el que se incluyen las motos híbridas, varía entre los 400 euros que da el Estado más otros 200 extra que aporta el vendedor, en caso de entregar una moto vieja, o los 350 que da el estado y los 150 del vendedor, en el caso de no entregar ningún vehículo. Para los ciclomotores las ayudas son incluso menores. Una situación que conforme la economía mejore se espera que aporten más al respecto.