Las motos eléctricas son uno de los vehículos más revolucionarios que se pueden conseguir hoy en día. Sin embargo, aunque muchas veces hayamos escuchado hablar acerca de las mismas, son pocas las personas que tienen real conciencia acerca de cuáles son las características principales de este tipo de transportes, más allá de que, obviamente, no funcionan con un motor a combustión, como la mayoría de las motos.
En este sentido, si nos referimos en primera instancia al motor de las motocicletas eléctricas, debemos decir que se trata de un de tipo “Brushless” sin escobillas, al menos en la mayoría de los casos, y que cuentan con la particularidad de no poseer piezas de contactos. Por este motivo, su mantenimiento es mucho más sencillo que el de otros vehículos semejantes.
Luego, las baterías también cumplen un rol fundamental en el funcionamiento de las motos eléctricas, como es de preverse, y en la mayoría de los casos, podemos encontrarlas en forma de packs, de cuatro o cinco baterías de 12 volts cada una de ellas, con un tiempo de carga de entre cuatro y cinco horas para la totalidad de las mismas, aunque en las primeras dos horas, se llega a cargar más de la mitad.
Posteriormente, si pensamos en el cargador que permite, justamente, la carga de estas baterías, debemos decir que se trata de un dispositivo externo, muy semejante al que seguramente utilizamos para cargar nuestro smartphone, y que se conecta a cualquier enchufe de pared, además de la toma del vehículo. Mientras la moto carga, la luz de indicación permanece roja, y cuando finaliza el proceso, se torna verde.
Se debe señalar, de la misma forma, el papel fundamental que cumple el controlador en el funcionamiento de estas motos eléctricas, considerando que se trata de una caja que siempre debe estar sellada, la cual se encarga de transformar la corriente continua de las baterías en corriente alterna, encendiendo el motor. Por último, los frenos son, en la mayoría de los casos para estos vehículos, de cinta, tanto en la rueda delantera, como en la trasera.