Eso es lo que han creado en la Universidad Politécnica de Cartagena, cuya apuesta ha sido llevada a cabo por el UPCT Racing Team para participar en la primera edición de una competición a escala internacional, la Smart Moto Challenge, todo un reto para ingenieros de todo el mundo en el que enfrentarán en Barcelona sus mejores ideas para vencer a las otras 7 universidades competidoras.
El UPCT Racing Team, ha creado un prototipo muy desarrollado e innovador que solventará problemas típicos de las ciudades, una moto eléctrica no contaminante y que además es articulable e inteligente. Esta, es toda una combinación entre funcionalidad y atractivo visual.
Se trata de una moto eléctrica que pesa algo más de 50 kilos y que entre otras ventajas, permite que se doble para ser introducida en un ascensor por ejemplo, para posteriormente guardarla en un domicilio, ya que ocupa poquísimo espacio. Este es uno de sus puntos fuertes, ya que la hace perfecta para todos esos pisos de estudiantes que no cuentan con garaje. En palabras de sus creadores, esto facilita la recarga de la batería y evita robos, tanto de la moto completa como de su motorización eléctrica, los componentes más valiosos de la misma.
En la competición, se fijan mucho en la conectividad multimedia, según uno de los participantes del grupo de UPCT. Entre otras características de la moto, también destaca que se puedan conectar los smartphones, tanto para su recarga como para hacer llamadas. Además, a través de estos es posible buscar zonas de aparcamiento mediante la aplicación de Google Maps. Algo que podría aplicarse a gran parte de los vehículos inteligentes de hoy en día, según expuso el capitán del equipo, Sergio López.
También gracias a los sensores que tienen los smartphones, los faros de la moto son capaces de adaptarse al trazado de las curvas, como ya ocurre con coches de alta gama, pero sin que ello implique un elevado coste extra.
Este equipo, que también está presente en otras competiciones internacionales pero de coches de carreras con su división Formula Student, está compuesto por unos 40 alumnos y llevaba dos años concentrándose en acabar su prototipo para el Smart Moto Challenge. Afirman que este campeonato es todo un desafio y una buena oportunidad para los nuevos integrantes, que les sirve como entrenamiento para el complejo desarrollo de los prototipos de automóviles monoplaza, en los cuales también están añadiendo la motorización eléctrica.
Por otra parte, para acabar la moto, han contado con un presupuesto de unos 6.000 euros, al cual no se suma el trabajo voluntario realizado por los alumnos, y que se ha financiado con aportaciones tanto económicas como en piezas o materiales, de varias entidades patrocinadoras y colaboradoras con el UPCT Racing Team. Entre ellos están la propia universidad, la Federación de Automovilismo de la Región, o el Circuito de Cartagena.
Una gran iniciativa que podría servir para que otras universidades se animaran a crear sus modelos de motos eléctricas y que como casi siempre suele ocurrir, algunas de sus mejoras acaban tras algún tiempo, añadiéndose a las motos comercializadas al público en general.